Los sábados por las mañanas

Golpe avisa

A Javier

A Javier y sus bigotes. Y esa risa aleada, que simplemente me fascina. Como su mirada. Tienes ventaja. Un ojo grande y otro chiquito. Irresistible. Como la primera vez que te vi fumando apoyado en esa ventana y riéndote. Un niño. Lindo.
A Javier y sus últimos pedazos de todo, sólo suyos. A su él picón. Y a su adorable imitación homerística.
Te amo.

I put a spell on you

O tu lo hiciste sobre mi. Creo que fue así. Recuerdo tu sonrisa. Tu sonrisa. Tus dientes montados. La boca chiquita. Esa boca que como con mi boca, mis dedos, mi respiración. Tu, caliente. Tu, tus ojos cerrados que me arrancan. Tu poder. La inmesidad.

Al Javib

Quiere subirse a un camello y tomarse un retrato. Lo guardará y apreciará tiempo después de haberse afeitado el poder. El mismo día que quizás yo no lo reconozca. Mañana comienza todo. Luego, sus ojitos de nuevo. Y la arena roja de esa playa que quiero encontrar. Hace días sueño sólo con mar, olas y yo encima de una tabla, quieta. Me ilusiona la idea de hallazgos similares. Y caminar de la mano contigo.

La Pandilla Interior

Dio la cara hoy. 3 caras. 2 varones. una dama. El proceso de gestación es un misterio. Un día, simplemente existió. Daba fiestas en casas hardcore, era casas editoriales y fue mencionada en varias publicaciones locales. Pero, hoy... Hoy dio la cara. Sin que nadie, salvo (obviamente) los integrantes, supiera.

Mendez, Jeropim y yo. - Qué dirían sobre esta jerarquía-. Me sorprende la persistencia natural. Todo fluye, y siempre - en cierta forma- uno junto al otro. Somos un grupo especial.

Un regalo

tu sonrisa, tu mirada, tu boquita chiquita. Un regalo el cruce, las coincidencias o el destino. Soy absolutamente feliz contigo. Cuando cierras tu ojitos y sacas la lengua. Y cuando te veo, simplemente te veo.Hasta tu olor es parte del mio. Tu corazón. Grandote. Y tu voz, entonada, que me hipnotiza. Quiere perderme para siempre en alguno de tus rincones.

Y estar ahí, inoculándote amor.

Lecciones y mar

OM

He renunciado a mis dos vicios más grandes.Más que por iniciativa personal, por purita obligación. . Una coacción personal a la que no puedo oponer ningún tipo de resistencia.
A uno de ellos, porque: !basta ya de reincidencias! ( ¿cuán poderosa puede ser la necedad? ¿cómo se puede obviar durante tantos años lo que es obvio para el resto de comunes?) Sí, el amor es ciego pero coño, una cosa es estar ciega y otra caminar en las tinieblas…
Al otro, porque mi cuerpo dejó de necesitar su riquísimo estímulo, y porque me comenzó a regalar exageradamente sus efectos sin necesidad de reservarle un presupuesto mensual. Aunque, debo admitir, apenas mi organismo comience a funcionar como alguna vez no tan lejano lo hizo, volveré a él- sin duda en dosis reducidas ( obligada, nuevamente, aprendí que hacer las cosas por gusto, porque sí, pierden su encanto y sentido).
Y ante estos cambios, he agregado mi aproximación – deliciosa y necesaria- al yoga. Disciplina que vengo practicando desde hace 5 años.
Mi primer maestro pesaba 20 kilos, carecía de cualquier tipo de pelaje y podía doblar su cuerpo mejor que Houdini. Es indio, me dijeron que se llamaba Santhanan ( la h es cortesía de mi imaginación), habla como Yoda- probablemente era su hermano perdido-, trataba con dureza a sus inflexibles discípulos y no soportaba ningún tipo de queja. De él, aprendí todo lo que sé de yoga- no estoy mal- lamentablemente cuando Horacio comenzó a crecer en mi barriga me obligó a dejar sus clases, evitar las distancias insanas en el volante y me derivó a Patricia.
Flaquita, dulce y absolutamente menos exigente. Bueno, tomemos en cuenta que en su clases éramos tres embarazadas y dos señoras mayores de 56 años con pocas cualidades contorsionistas. Duré tres meses, regresé donde Santhanan hasta que la panza me prohibió seguir manejando y las clases se convirtieron en mirarme al espejo, inmensa.
Santhanan desapareció y su paradero todavía es un misterio.
Por eso y la cercanía- mejor ir caminando- me matriculé hace un par de años en las clases de yoga del gimnasio que queda a escasas cuadras de mi casa, a sabiendas de que sin duda me encontraría con un salón oloroso de incienso y música importada de la India. No está mal, a pesar de mis prejuicios. Si bien no he sido constante ( de tres en tres meses), esta vez estoy comprometida. Este es mi año. Lo digo y lo repito.

Todavía el verano

Has aumentado a tu colorido vocabulario: amarillo, gris, rojo, blanco, verde y azul. Defin y Pulpo te acompañan a la hora del baño y te escupen, mientras ríes, el agua marrón de tus rodillas gorditas. Tu modalidad del duelo de espadas ha variado porque tu espada- la naranja, nos quedó claro-, no es la misma: ahora tiene cualidades de mazo, machete y serrucho. La utilizas para golpear y /o cercenar las indefensas partes de mi vencido cuerpo- o el del cualquier otra víctima. Has desarrollado movimientos de anfíbio y saltas como rana. Disfrutas de los sonidos onomatopéyicos y dominas los propios de cualquier clase de vehículo ( aunque el del carro te sale igual al de la moto). Has visto Cars DEMASIADAS veces , bautizado a tu trapito como Mememe, comenzado a repetir la mayoría de cosas que escuchas, reclamarme con tu ojitos inmensos que te compre una bicicleta. En unos cuantos días cumples 2 años. No puedo imaginar tu infinita belleza ni en qué te convertirás más tarde… Sólo quiero ir coleccionando tus versiones, en cajoncitos, para encerrar la magia de cada una de tus etapas

Emotional rescue

Seis años en una relación de idas y venidas, lágrimas que llenarían una piscina, frustraciones, rencores versus sonrisas infinitas, días de plenitud y felicidad de colores, evoluciones que despiertan ilusiones… es demasiado tiempo o demasiada necesedad o demasiado amor. En una historia de amor y desamor en la que el compromiso mutuo fue mutando en un proceso pecaminosamente largo.
Debo admitir que los primeros años, fueron devoción. A sus palabras, a su omnipresencia ( todos mis pensamientos, desde la mañana hasta la hora de acostarme). Fueron reto ( de conquistarlo, de vencer un corazón – que yo pensaba, era impenetrable). Fueron entrega absoluta a sus demandas, a su tiempo, a su dirección.
No recuerdo cuándo exactamente la situación cambió, de la mano de su actitud, más sonrisas, más cariños y más palabras. Finalmente pudo decirme en la cara: te quiero. Pudo el amor y pudieron nuestros cuerpos. Y el perdón de las heridas del camino. Y el olvido triunfante. La amnesia del dolor. La voluntad de la nueva oportunidad. Pero, la esencia. La carencia de normalidad, no puede subsanarse con un flujo constante entre la ilusión absoluta ( y creer que finalmente el amor lo venció todo) y la ausencia, el silencio, tú, extraño. Ya no bastan cuotas de felicidad para avanzar.Ha cambiado todo lo que me rodea, menos yo. Todo avanzó, pero mis intentos de ir hacia adelante resbalaron, se estancaron en la posibilidad y en la duda: ¿puedo ser feliz a tu lado? ¿y si es así, por qué no todo es más simple?¿ Por qué no te tengo al costado, mirándote dormir?

Es ahora que reclamo todo aquello que el amor, cuando es correspondido- de a dos- produce: compromiso,fidelidad, entrega,familiaridad… ser uno. No he perdido el amor, que renace cada vez que apareces. Pero he perdido algo más importante: las ganas de seguir apostando. Porque hay una pregunta suelta que ronda en mi cabeza ( que sale de la boca de todos los que me han acompañado a lo largo de esto) : qué tengo que esperar para darme cuenta. La gente no cambia, dicen. Yo creo que sí. Lo que no creo es que puedas darme lo que espero de ti. (repito, como mantra, qué haces, porqué no te tengo a mi lado, por qué hoy no recibí ni una llamada de tí?).

Me aniquila la pena. De dejarte ir a pesar de mi amor hacia ti. Me ha aniquilado un millón de veces. Pero esta situación -quererte pero no poder tenerte - me aniquila, un poquito, todos los días.

Cortesía Pauls

Hay cosas que, sencillamente, son imperbeables al tiempo. Puede pasar un día, un año, décadas enteras y, aunque habiendo experimentado por un proceso de mutación, en su esencia ( la única que vale) continúa. Hace unas semanas atrás me he quedado pegada con una novela cuyo omnipotente título dice: El Pasado. En resumen, una historia de amor y cómo este con los años se transforma, se convierte, se vuelve adicción, se vuelve imposible de olvidar, te consume. Y mejor aún, de cómo un amor pasado nunca (pero nunca) muere. Sólo va cambiando de rostro (puede llegar a ser abominable - tengo testigos) con el tiempo.

Personalmente, me convence. Personalmente, lo siento. Un amor pasado puede ser un amor presente ( dependiendo del grado de necedad de cada uno o de cuán vivo sigue todavía- o comienza a ser). En todo caso, a todos ellos, démosle crédito por su supervivencia.Por su genialidad de sortear todo tipo de murallas, distancias, silencios. Y festejemos por los que todavía guardan un lugar o esperan una nueva oportunidad.

The lunatic is in my head

Esta es la lógica de una crisis de ansiedad:

Estímulo de ansiedad --- genera situación de miedo --- aumenta la ansiedad----- todo se torna insoportable.

En otras palabras, un delicioso carrusel que circula ad infinitum, regalándole a la víctima ( no hay otra palabra más adecuada), simpáticos mareos, sensación de ahogo, dolores de cabeza tortuosos, ganas de vomitar, entumecimiento de extremidades, cosquilleos irritantes.

!Levante la mano quién acumule alguno de los síntomas arriba mencionados!
Yo.

Hace dos semanas, sin duda, in creciendo, vengo experimentando múltiples señales de un comportamiento físico anómalo. ( Cabe mencionar que: 1) no me alimento bien. 2) fumaba marihuana. 3) tenía dificultades para dormir y 4) una personalidad ansiosa – culpa de la herencia genética).

Todo comenzó con la visita al Doctor O y sus medicamentos para mi tristeza- que su inmensa sabiduría culpó a mi karma y a mis maldades de otras vidas como responsables. Sospecho que alguna de sus gotas ¨naturales¨desencadenó en mi este símpatico cuadro. Primero, la sensación de mareo latente, luego los cosquilleos por la cara, los vértigos y el jueves de hace una semana en el aeropuerto, la urgencia de una ambulancia ( creía que me estaba muriendo).

Mágicamente los síntomas en Buenos Aires fueron desapareciendo o disminuyendo gradualmente así que pensé que mi proceso de desintoxicación ( de las gotitas me refiero), había tenido resultados.

He vuelto a Lima y conmigo los odiosos síntomas. Visité a mi amigo el neurólogo ( había acudido a él tiempo atrás para tratar mis migrañas) y oh, sorpresa, me diagnosticó: ta ta ta tan….. con la mayor amabilidad una jodida crisis de ansiedad.

Ya está: un tratamiento para estabilizar mi sistema nervioso y vitaminas para mi cabeza. Sumésmole que hoy mismo me matriculo al gimnasio, que ya tomo leche y vitaminas para fortalecerme y que el lunes me reconcilio con el yoga ( al que abondoné 4 meses atrás).

Me quiero curar.

Siguiendo la luna

El estadio monumental, propiedad del Club Atlético River Plate, tiene una capacidad total de 66, 450 espectadores. La noche del 18 de marzo, el prónostico del tiempo arrojaba 23 grados centígrados a los 50 mil personas reunidas para ver a Roger Waters, en la segunda noche consecutiva de su Lado Oscuro de la Luna.
Una semana antes dos razones me habían obligado a desistir del mejor concierto que alguna vez hubo en Lima ( todos mis amigos, dixit). La primera: los absurdamente elevados precios. La segunda: (salvando las diferencias) el consuelo de haberlo visto, en Chile y en el 2001, en su gira In the Flesh.
En Buenos Aires, dudé durante unos minutos, y mientras mis acompañantes viajeras tardaron menos tiempo en convencerme, finalmente accedí a la oferta del recepcionista de mi hotel ( me ofreció conseguirme la entrada incluido el transporte).
La noche siguiente me recogió un guía argentino que llevaba también a tres ingleses. Las entradas que nos consiguió el guía nos mandaron hacia Belgrano Alta.
Desde mi ubicación veía el escenario y al resto de los 49 000 asistentes.
A mi lado derecho, los ingleses en absoluto silencio ( No logré determinar si se debía a su impresión o su total indiferencia). Al izquierdo, una pareja cuarentona y un amigo de esta olían a marihuana y me sonreían cortesmente.
Con 12 minutos de retraso, Waters apareció en el escenario. Y unos metros arriba mío, más de veinte aviones sobrevolaron el estadio – con intervalos de cinco minutos- confundiéndose con los efectos especiales.
La primera parte fue una hora y media de guitarras psicodélicas, coros impresionantes, chanchos voladores y tiranos ridiculizados. Aplausos y un breve descanso.
De regreso, una luna artificial brillaba sobre tres pantallas gigantes y daba la bienvenida a la mejor parte del concierto. Porros iban y venían y un prisma regalaba los siete colores del arco iris a los presentes.
Con the wall, una gentil cortesía del inglés más querido esa noche, el estadió bailó, coreó a la voz de los niños del instituto de River Plate y tembló y tembló.
Una última canción despidió la segunda hora y media de concierto y a Roger Waters de miles y satisfechos asistentes. El estadio se vació en minutos y en la cancha sólo quedó la marca de la luna.
Sobre mi cabeza, pocas nubes y algunas estrellas que hubiera podido coger con las manos.
(Nunca estuve tan cerca del cielo).

Tu cuarto es mi cuarto

Y, cuando te fuiste, llevaste contigo gran parte de mi. Porque extraño echarme a tu lado, tu largo y finisimo pelo, tu música- horrible- a las seis de la mañana, tus taquitos, tu perfume (cielo), sentirme importante porque en algo puedo aconsejarte, tu dedo gordo del pie- que algún día morderé-, tomarte fotos ridículas para que sigas llenando tu infinita colección de álbums, tu entusiasmo, tu ropa, tu único cigarro en la oscuridad, tu necedad, tu corazón ancho y bondadoso, tu preocupación, tus miedos, tu risa y los huequitos de tu sonrisa, a mi hermanita menor, a mi hermanita mayor, a mi hada madrina.



p.d: Y sólo para que no te olvides; what to wear, what to wear?, hermana!!, ¿cómo esta mi hijo?; super,por qué no me quieren llevaiiiii?, etito ( esa te la apropiaste), bueysica ( esa, me la apropié), la novicia rebelde una y otra vez.

Natural mystic

Fui hombre y un hombre malo. Mi enemigo esperó 200 años para encontrarse de vuelta conmigo. Ahora, reencarnada en un cuerpo de cuarenta y tanto kilos y tatuajes diversos.

¿Así que solo quieres molestarme? Extraña manera si resumimos que tu comportamiento paranormal básicamente se remite a mover sombreros y bastones- cuál es tu fijación, querido?. Aún así sabes que lo lograste y alimentas mis miedos.

Y ahora que sé que fui un hombre malo y que lo que te hice fue tan grave que después de tantos años no puedes dejarme ir... me asaltan las siguientes preguntas: ¿Quién fui? ¿Qué te hice?

O, más sentato aún: ¿ Debo creer todo lo que me dicen?

Doctor O ( preferimos no revelar nombres en un tema tan delicado), sírvase no bromear con esta clase de asuntos . Si en realidad es lo que es y sabe lo que sabe, debe tener por asumido que además de hipocondriaca, creo todo lo que me dicen.

La revelación

Pasé todos los días de una semana entera sentada frente al mar. El mar azul y sus olitas. Y opté que mi resolución del nuevo año se resumía a una sola cosa y a todo lo que esta trajera para mi: tenía que aprender a pararme sobre una tabla. Tenía. A mis 25 años.

La decisión más inteligente, sin duda. Seguida de una aún mejor: alquilar una casa en la playa. Así , descubrí mi versión de wonderland.

Cerro Azul.

Una tablita.

Múltiples accidentes.

Cortes en ambos pies cada vez que entraba al agua.

La satisfacción de vencer el rídiculo y el temor.

Mi primera ola.

Y, ahora, un esguinse incubado en un yeso fucsia. (Valió la pena).

Instrucciones para...

Sería más fácil si en alguna cartilla alguien generosamente sabio compartiera con todos los demás padres del mundo, instrucciones para desempeñarse a la altura en el menester de criar un hijo. UY...... Qué miedo.

Siempre me he preguntado en qué momento me arruinaron a mí ( tratando de encontrar alguna excusa coherente a mis múltiples neurosis y psicopatías)... Quise comenzar con sesiones de pscioanalisis pero fui rechazada. "Sería demasiado fuerte para ti en estos momentos" , me dijeron. Pregunto: ¿Algún momento es el idóneo?.

El asunto, en resumen es: mi peor temor es arruinar a mi hijo. Así que buscando consuelo, vuelvo a preguntar: ¿es culpa de los padres o uno nace con la predisposición genética a complicarse la vida...? Quien sepa, comparta y me libra de una.....

Tus primeras palabras

El ridículo

Lo descubrí

Me derrito

Por tu potito. Y tu risa. Por como pones la boca cuando quieres algo. Y tu olor. Y tu infinita. Y tu panzita. Tu lunar en el pie. Y tu hoyito izquierdo. Porque dices verde, rojo y gris. Y mamá, papá y titis, miles de veces. Porque eres mio. Y eres increíble.

Por los viejos tiempos

Para los que no están. Los guardo- cada uno tiene un lugar privilegeado.

Mamá y papá

Yo quería una familia perfecta. (¿Existe?)

Los colores del arcoiris

tu regreso

y tu boquita, tu mirada, tus rodillas sucias.