Cortesía Pauls

Hay cosas que, sencillamente, son imperbeables al tiempo. Puede pasar un día, un año, décadas enteras y, aunque habiendo experimentado por un proceso de mutación, en su esencia ( la única que vale) continúa. Hace unas semanas atrás me he quedado pegada con una novela cuyo omnipotente título dice: El Pasado. En resumen, una historia de amor y cómo este con los años se transforma, se convierte, se vuelve adicción, se vuelve imposible de olvidar, te consume. Y mejor aún, de cómo un amor pasado nunca (pero nunca) muere. Sólo va cambiando de rostro (puede llegar a ser abominable - tengo testigos) con el tiempo.

Personalmente, me convence. Personalmente, lo siento. Un amor pasado puede ser un amor presente ( dependiendo del grado de necedad de cada uno o de cuán vivo sigue todavía- o comienza a ser). En todo caso, a todos ellos, démosle crédito por su supervivencia.Por su genialidad de sortear todo tipo de murallas, distancias, silencios. Y festejemos por los que todavía guardan un lugar o esperan una nueva oportunidad.

The lunatic is in my head

Esta es la lógica de una crisis de ansiedad:

Estímulo de ansiedad --- genera situación de miedo --- aumenta la ansiedad----- todo se torna insoportable.

En otras palabras, un delicioso carrusel que circula ad infinitum, regalándole a la víctima ( no hay otra palabra más adecuada), simpáticos mareos, sensación de ahogo, dolores de cabeza tortuosos, ganas de vomitar, entumecimiento de extremidades, cosquilleos irritantes.

!Levante la mano quién acumule alguno de los síntomas arriba mencionados!
Yo.

Hace dos semanas, sin duda, in creciendo, vengo experimentando múltiples señales de un comportamiento físico anómalo. ( Cabe mencionar que: 1) no me alimento bien. 2) fumaba marihuana. 3) tenía dificultades para dormir y 4) una personalidad ansiosa – culpa de la herencia genética).

Todo comenzó con la visita al Doctor O y sus medicamentos para mi tristeza- que su inmensa sabiduría culpó a mi karma y a mis maldades de otras vidas como responsables. Sospecho que alguna de sus gotas ¨naturales¨desencadenó en mi este símpatico cuadro. Primero, la sensación de mareo latente, luego los cosquilleos por la cara, los vértigos y el jueves de hace una semana en el aeropuerto, la urgencia de una ambulancia ( creía que me estaba muriendo).

Mágicamente los síntomas en Buenos Aires fueron desapareciendo o disminuyendo gradualmente así que pensé que mi proceso de desintoxicación ( de las gotitas me refiero), había tenido resultados.

He vuelto a Lima y conmigo los odiosos síntomas. Visité a mi amigo el neurólogo ( había acudido a él tiempo atrás para tratar mis migrañas) y oh, sorpresa, me diagnosticó: ta ta ta tan….. con la mayor amabilidad una jodida crisis de ansiedad.

Ya está: un tratamiento para estabilizar mi sistema nervioso y vitaminas para mi cabeza. Sumésmole que hoy mismo me matriculo al gimnasio, que ya tomo leche y vitaminas para fortalecerme y que el lunes me reconcilio con el yoga ( al que abondoné 4 meses atrás).

Me quiero curar.